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Diario El País, viernes 15 de febrero

Editorial

Notable presencia nacionalista en la interpelación a Astori

Notable Gandini, demoledor en el detalle de su información. Notable Luis Alberto Heber, cuando les mostró a los representantes del gobierno el libro sobre "La mano en la lata", escrito por gente de izquierda que no inventó sobre los hechos investigados, obteniendo como única respuesta un sonido gutural que salió de la barra.

Sugestivo el silencio sepulcral de los legisladores oficialistas que ante la descarga de mandobles del legislador interpelante permanecieron en silencio total, haciéndonos recordar la pregunta de Wilson cuando luego de destrozar con argumentos a un ministro de Pacheco, levantó la voz preguntando con asombro: "¿Y no hay un legislador del gobierno que digan que esto que estamos diciendo no es cierto, que el ministro es inocente?"

Y conmovedor el cierre de Javier García. Recordó haber aprendido de Wilson que la política es confrontación de ideas, no la provocación y el perjuicio del hombre que es su protagonista, y menos la de su familia, que sufre más el vituperio a su honor.

Le recalcó que la voluntad, vocación y acción del Partido Nacional en su historia, -y Astori no tuvo más remedio que aceptarlo-, fue la de transitar por la vida política defendiendo ideas - porque "Somos idea", nacimos para ello y para servir a la patria, enfrentándonos a las ideas de otros, sin necesidad de herir el honor de las personas, aunque las ideas de éstos estén en las antípodas de las nuestras.

El llamado a Sala de Gandini se inspiró en los mismos valores que el ministro dice defender -aunque dejó de contestar la pregunta clave del por qué de su apoyo a Bengoa.

La exhortación final de García a Astori, iluminó el horizonte con la luz de una frase que dibujó un relámpago: "Para progresar en la vida como individuos o como partidos, no hay que ingresar a esos territorios que enlodan a quienes los utilizan. PERO SEÑOR MINISTRO, EXPLÍQUESELO A SU PARTIDO".

Y vaya si tendrá necesidad de explicárselo, y se ha comprometido a ello. Pero después de esto, el Ministro y su futura candidatura han quedado evidentemente dañadas.

Nota de redacción de los autores: tantos editoriales juntos de El País nos empiezan a preocupar un poco. ¿Y si el diario también investigara algo cada tanto en vez de usar los modestos insumos que les proporciona la propia izquierda?